El PH es una abreviatura que significa “poder del hidrógeno”, es una escala utilizada en química para indicar la acidez o alcalinidad (basicidad) de una solución acuosa. Para hacerlo más fácil: hay que entender que el cabello normal, sin teñir y sin daños tiene un pH de 4,5 a 5,5. Entonces, ¿por qué es importante el PH para el cabello?

Todos los productos para el cabello tienen un pH y el cabello tiene un pH. Todos los tratamientos y coloraciones que nos encantan dependen del pH para tener un buen resultado. El cabello rizado, en particular, necesita un pH bien equilibrado para controlar la cutícula y evitar que el cabello se vuelva esponjoso, flácido, plano, quebradizo o seco.

Comprender el PH de los dos productos más utilizados por cualquier persona, el champú y el acondicionador, es fundamental para mantener el cabello bonito, limpio y sano.

Champú

El pH del champú debe variar entre 4 y 8 dependiendo del tipo de producto y el objetivo que debe cumplir. El champú anticaspa suele tener más de 5,5, mientras que el champú infantil ronda el 7. Cuanto mayor sea la alcalinidad de un champú, más encrespamiento te puede provocar ya que aumenta la fricción entre las fibras capilares. Si tienes frizz, revisa el pH de tu champú. Si solo estás usando champú (no otros productos), asegúrate de que tenga un PH neutro para permitir que las cutículas del cabello se cierren después de su uso.

Acondicionador

El acondicionador tiene un pH más bajo (generalmente alrededor de 3,5) para cerrar las cutículas del cabello, sellar la humedad y llenar los huecos en la cutícula. Un producto para el cabello sin enjuague debe tener el pH más bajo de tu rutina para normalizar y igualar el pH de tu cabello.

El gran problema de no prestar atención al PH de los productos utilizados es que, si no se usan con cuidado, las posibilidades de alterar permanentemente el pH del cabello son altas, lo que puede exponer a cualquier persona a tener un cabello seco, dañado y completamente fuera de uso. tono de coloración. Por eso, es muy importante conocer las propiedades de los productos que hay para no dañar el cabello, en lugar de cuidarlo.